OPINIÓN

¿QUIÉN NOS AYUDA?

Esa es la cuestión que se plantean las nadadoras de Sincro Sevilla, una asociación de natación sincronizada que es, quizás, el club perteneciente a esta disciplina acuática con más fuerza de toda la región andaluza, y aún así, apenas salen a flote. Son muchos los obstáculos que se presentan a este deporte que se caracteriza por ser duro, sacrificado y muy disciplinado. Por ello, sus nadadoras entrenan seis días a la semana durante muchas horas para poder participar en importantes competiciones y convertirse en grandes deportistas a la vez que popularizan y extienden un deporte que tan sólo hace unos años ha empezado a tener reconocimiento en España, gracias a los triunfos olímpicos de la Federación Española de Natación Sincronizada. Sin embargo, esta Federación sólo está formada por catalanas o por alguna que otra nadadora que ha tenido que desplazarse a vivir a Cataluña para poder formar parte de ésta. En Andalucía no existe ningún tipo de Federación o Centro de Alto Rendimiento que incluya esta modalidad. Consecuencia de ello es la falta de ayudas y subvenciones por parte de la Junta de Andalucía para la promoción y realización de este deporte. No existen instalaciones adecuadas para esta práctica, así como los artilugios y herramientas que se necesitan para el entrenamiento. Además, a esto podemos sumarle la falta de comprensión y consideración por parte de los colegios e institutos a los que pertenecen las nadadoras, los cuales no ceden a la hora de adaptarles un plan especial de estudios y evaluaciones que puedan compaginar con la práctica diaria e intensa de esta disciplina.


Ni ayudas económicas ni planes de estudios adaptados para las deportistas en lo que a esta modalidad deportiva se refiere. Sin embargo, contamos con miles de subvenciones y centros deportivos especializados en otros tipos de deportes tales como el piragüismo, el remo, el baloncesto, el balonmano o el fútbol, entre otros muchos. ¿Por qué? ¿Por qué seguimos siendo los últimos de la fila en aspectos en los que podríamos destacar? ¿Por qué los medios de comunicación (locales y regionales) apenas tienen hueco en sus páginas para cubrir estos eventos? Porque, a pesar de las dificultades, las chicas siguen entrenando días enteros y estudiando cómo pueden para no abandonar la preparación de un futuro que les dará de comer mañana, pues la natación sincronizada, pese a todo, no es sustento laboral y las nadadoras (las mejores) tienen fecha de caducidad. Sin embargo, la realidad es esta; estas deportistas llevan entrenando desde que tienen apenas cuatro años de edad. Muchas horas de trabajo y duro entrenamiento, mucha disciplina y sacrificio, muchos obstáculos para aprobar asignaturas cómo gimnasia (¿en qué mundo vivimos?), muchos viajes a competiciones para poder acceder a competir con la Federación Española y al final…nada. Vuelven a casa con sus trofeos y sus medallas y apenas tienen una vitrina donde ponerlos y mostrarlos, porque ni siquiera tienen un centro deportivo o una piscina fija donde entrenar. Mientras, seguimos apoyando el fútbol y el baloncesto porque, al parecer, son deportes más importantes, aunque la Selección Española de fútbol no haya ganado ningún mundial frente a las medallas que la natación sincronizada ha proporcionado a este país. Muy bien por nosotros. Sigamos así.